Memorias del pasado

El pasado participa en nuestro presente y construye nuestro futuro de forma individual y colectiva…
Nosotros, los humanos, estamos condicionados a pensar que sólo lo que es tangible y palpable es real…
Y sin embargo…
Esto no nos impide conocer las alegrías y las penas de nuestro mundo emocional (o del astral). Para tocar una emoción, un miedo o un sentimiento aceptamos confiar en una sensación «impalpable».
También tenemos en cuenta el mundo de lo imaginario, es decir, del universo misterioso de los sueños…
Sin embargo, todos estos espacios de «nuestra realidad del ahora» existen en otros planos de conciencia.
Somos una estructura energética que consta de varios planos sutiles. De la misma manera que nuestro cuerpo físico nos permite desplazarnos y experimentar, poseemos varios cuerpos, llamados sutiles, que nos permiten circular, vivir en estos otros planos y sentirles.
Todos nuestros cuerpos sutiles están inte-relacionados y se cambian continuamente energía e información.
Podríamos compararles a las muñecas rusas que se encajan unas en otras… o como las capas sucesivas de una cebolla.
No voy a dar un curso de terapias energéticas aquí, me permitiré enumerar solamente los planos sutiles del cuerpo físico para los que no conocen en absoluto “este vocabulario sutil».
El plano más cercado al cuerpo físico es el etérico. Es una copia idéntica del cuerpo físico pero más sutil, es decir, sin tener la densidad. Refleja escrupulosamente su salud física.
El plano siguiente es el plano emocional (o astral) encontramos allí todas las emociones vividas en esta vida además de la resonancia emocional de otras vidas. En este cuerpo se alojan nuestras alegrías, nuestros dolores, nuestras penas… que pertenecen no solo a esta encarnación sino también a nuestras vidas anteriores.
El plano mental ahora. Ahí encontramos todas nuestras creencias y todos nuestros condicionamientos. Es el universo de nuestra psiques, el reino de nuestro pensamiento consciente e inconsciente. La sede de «Yo soy». Cuando alguien dice que tiene un mental muy fuerte, no vive solo «en su cabeza» sino que también es muy sensible a la energía de este plano de conciencia llamado el «cuerpo mental». La energía de nuestros pensamientos, las creencias etc. no se vive en nuestra cabeza sino en el cuerpo sutil.
El cuerpo causal. Este cuerpo es el de las causas, es decir, las memorias profundas… pues contiene las informaciones que están en el origen de diferentes disturbios de memorias anteriores. Este cuerpo está directamente vinculado al chakra del corazón y más concretamente al átomo germen, que es el que almacena todas las memorias pasadas del alma.
Es a nivel del cuerpo causal, donde podemos decir que existe una frontera entra aquí bajo y el más allá. Es el plano causal el que contiene el banco de informaciones de vuestras memorias pasadas, y está vinculado directamente a lo que denominamos las memorias karmicas.

»La Vida está siempre al final de la vida… Se replanta a sí misma
nutriéndose de sus propias metamorfosis»

El Gran Libro de las Terapias Esenias y Egipcias (Daniel Meurois y Marie Johanne Croteau)

Dessin Christophe Sauliere

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