Rituales y meditaciones
La oración de San Luis
Señor, cada día que nace, no permitas jamás que mi brazo insulte el cuerpo ni siembre el dolor.
Señor, cada día que amanece, no permitas jamás que mi lengua hiera el corazón ni difunda la mentira.
Señor, cada instante que transcurre en mi vida, no permitas jamás que mi pensamiento mate ni forje la muerte.
Señor, cada día que Te ofrezco, toma de mi sobre todo un buena medida de Amor con el fin de cumplir tus propósitos.
© Daniel Meurois